Buscador de libros
Busqueda avanzadaPrimer capítulo / Extracto
- N° páginas : 32
- Medidas: 240 x 170 mm.
- Peso: 300 gr
- Encuadernación: Carton‚
¡Ya no echo fuego! CAMPOS, BLANCA
Es malo no saber qué decir, pero es mucho peor no poder decirlo.
¿Quieres comprar este libro? Busca tu librería más cercana

Sinopsis
Ramón, el dragón, no podía hablar, siempre estaba enfadado. Atemorizaba a todos los animales, echaba fuego por su feroz boca y destruía todo lo que había a su paso. Un día llegó un pollito que quiso ayudarle y solo tuvo que prestarle un poco de atención, tuvo paciencia y le supo ayudar. Ramón necesitaba ser escuchado y con un popurrí de colores se formó una gran herramienta de comunicación.
El libro en los medios
Para ayudar a la inclusión y evitar el bullying, nace Ramón, el dragón
Blanca Campos visibiliza en este cuento la necesidad de ser escuchados practicando la empatía " Ya no echo fuego", es algo más que un cuento, es la realidad que viven muchas niñas y niños que necesitan ser escuchados y que por su discapacidad no pueden comunicarse de la misma manera. Este cuentito precioso de Blanca Campos con ilustraciones de Irene Renón y editado por Badibidú ya está en las librerías para enamorar a pequeños y grandes lectores. "Ya no echo fuego" es la historia de Ramón el dragón que no podía hablar, siempre estaba enfadado. Atemorizaba a todos los animales, echaba fuego por su feroz boca y destruía todo lo que había a su paso. Un día llego un pollito que quiso ayudarle y solo tuvo que prestarle un poco de atención, tuvo paciencia y le supo ayudar. Ramón necesitaba ser escuchado y con un popurrí de colores se formó una gran herramienta de comunicación. Este libro quiere mostrar a los más pequeños que todos somos diferentes y necesitamos ser escuchados y atendidos, aunque no podamos comunicarnos de la misma manera. Da a conocer valores muy importantes, sobre todo, en la edad de escolarización, como la empatía, el respeto, la responsabilidad y la solidaridad. Es muy importante ayudar a los demás en la desigualdad, aportando herramientas de comunicación, para evitar la frustración al no ser entendidos. Lo peor de ser distinto no es que se metan contigo por serlo, sino que seas indiferente al mundo que te rodea. -ADVERTENTIE- Blanca Campos Amante de la imaginación y la creatividad, luchadora, soñadora y ahora escritora. Nacida y criada en un pequeño pueblo de la Alpujarra Almeriense. Mamá de un niño con necesidades especiales sin diagnóstico, al que le ha dedicado su vida. Lucha día a día por su felicidad y para que lo sepan entender. En esta búsqueda ha aprendido a respetar los tiempos de desarrollo de cada niño, a saber esperar, y a lo más importante, a luchar por los que no pueden. Parte de un mundo en el que se le ha etiquetado de «madre sobreprotectora y entrometida», por intentar ayudar aportando facilidades y herramientas en el ámbito escolar de su hijo. A esas necesidades se les ha llamado «privilegios». Ella lo que quiere dar a entender es que ser diferente y tener necesidades distintas no es un inconveniente en sí. El problema parte de la mirada hacia lo distinto. Todo el mundo tenemos diferentes necesidades, por eso existe la diversidad y el respeto, que está por encima de ella. Queriendo ofrecer entendimiento a esas pequeñas y grandes mentes, enriqueciendo lo diferente como algo positivo, para así ayudar a la inclusión, evitando el bullying y la indiferencia, nace el personaje del dragón Ramón.
Autor: Campos , Blanca
Actualmente reside en el mismo lugar donde nació. Es amante de la imaginación y la creatividad, luchadora, soñadora y ahora escritora. Mamá de un niño con necesidades especiales sin diagnóstico, al que le ha dedicado su vida. Lucha día a día por su felicidad y para que lo sepan entender. En esta búsqueda ha aprendido a respetar los tiempos de desarrollo de cada niño, a saber esperar, y a lo más importante, a luchar por los que no pueden. Parte de un mundo en el que se le ha etiquetado de «madre sobreprotectora y entrometida», por intentar ayudar aportando facilidades y herramientas en el ámbito escolar de su hijo. A esas necesidades se les ha llamado «privilegios». Ella lo que quiere dar a entender es que ser diferente y tener necesidades distintas no es un inconveniente en sí. El problema parte de la mirada hacia lo distinto. Todo el mundo tenemos diferentes necesidades, por eso existe la diversidad y el respeto, que está por encima de ella. Queriendo ofrecer entendimiento a esas pequeñas y grandes mentes, enriqueciendo lo diferente como algo positivo, para así ayudar a la inclusión, evitando el bullying y la indiferencia.