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Busqueda avanzada- N° páginas : 242
- Medidas: 140 x 220 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Rústica
Las raíces cósmicas de la vida TRIGO RODRIGUEZ,JOSEP M.
¿Es la vida en la Tierra un fenómeno único, un accidente cósmico? ¿O es más bien una característica «natural» del universo que se produce en unas condiciones determinadas
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Sinopsis
El libro en los medios
La Luna cambió su orientación por culpa de volcanes ancestrales
Volcanes en la región lunar de Procellarum pudieron provocar un cambio en la densidad del satélite. Este fenómeno, según un estudio en Nature, hizo que la Luna modificara su orientación. Aunque hayan pasado más de cuatro décadas desde que Pink Floyd publicase The dark side of the Moon, lo cierto es que existen todavía muchos aspectos desconocidos que rodean a nuestro satélite. La Luna, capaz de embrujarnos algunas noches, sigue siendo una fuente de sorpresas para la ciencia. Eso es al menos lo que demuestra un trabajo publicado en Nature, que sugiere que nuestro satélite cambió de orientación hace miles de millones de años como consecuencia de una variación en su estructura interna. Este fenómeno, definido en inglés como true polar wander (TPW), podría ser traducido como "deslizamiento, cambio o movimiento polar", según explica a Hipertextual el Dr. Jesús Martínez Frías, jefe del grupo de investigación del CSIC de meteoritos y geociencias planetarias. El también director de la Red Española de Planetología y Astrobiología (REDESPA) comenta que el deslizamiento polar "implica una reorientación global, de manera que en un estado mínimo de energía, el eje de rotación de un planeta (o luna) se alineará con el eje máximo principal de inercia". Los volcanes que cambiaron el eje de la Luna La hipótesis de la reorientación que pudo haber sufrido la Luna hace miles de millones de años fue también sugerida en el caso de la Tierra. El planteamiento, que surgió en la década de los setenta y se revitalizó recientemente, es diferente a lo que sucedió en nuestro satélite. "En la Tierra el motor principal de la actividad geodinámica es la tectónica de placas", comenta Martínez Frías. El experto sostiene que "nuestro planeta es un objeto geodinámicamente activo"; en otras palabras, se encuentra “geológicamente vivo” y "el caso que nos ocupa difiere claramente", matiza el experto a este medio. El cambio de orientación lunar pudo deberse a la actividad volcánica ocurrida en el interior del satélite hace miles de millones de años. En palabras de Martínez Frías, el estudio es "muy interesante" al conectar "de manera brillante y novedosa los recientes hallazgos sobre hielo en la Luna con la geodinámica antigua de nuestro satélite". En otras palabras, de algún modo, la "ebullición interna" de su interior provocó que la Luna fuera capaz de variar su orientación. El Dr. Josep María Trigo, investigador principal del grupo de meteoritos, cuerpos menores y ciencias planetarias del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC), sostiene que el trabajo explica "la evolución del eje polar como consecuencia de la redistribución de masa superficial". Es decir, el interior de la Luna estaba inicialmente caliente y poco a poco se fue enfriando y migrando hacia el exterior como consecuencia de la actividad ígnea. Al modificarse la distribución de densidad, cambia su momento de inercia y la respuesta del cuerpo planetario a la rotación, con lo que el eje va variando en función del tiempo", explica el científico a este medio. Trigo también señala que, además de la Luna, planetas como Marte o satélites como Europa de Júpiter y Encelado de Saturno, cuyo contenido en agua es significativo, podrían haber experimentado este "deslizamiento o balanceo polar". "Se asumía que las diferencias de densidad debidas al vulcanismo de sus primeros estadios podrían haber ejercido perturbaciones a escala global", explica el director de REDESPA. Sin embargo, es la primera vez que se relaciona la intensa actividad volcánica en la región de Procellarum con un cambio de orientación de estas dimensiones. Para que existieran más variaciones de este tipo, según Martínez Frías, "la Luna debería tener actividad geológica y no es el caso". El experto también descarta que dicha modificación tuviera alguna influencia importante sobre la Tierra. La variación de densidad provocada por la actividad volcánica en su interior fue la responsable de la reorientación de la Luna. En palabras de Trigo, "el vulcanismo lunar ha afectado a la orientación de los polos de la Luna por el mecanismo de cambio del momento de inercia y el subsecuente desplazamiento polar". Como consecuencia, aquellas regiones que contenían hielo podrían haber quedado en la zona sombría del satélite, y viceversa. "Los depósitos de hielo sobreviven si permanecen en zonas de sombra", aclara Martínez Frías. Los cúmulos helados de hidrógeno, detectados inicialmente en los noventa, no deberían estar donde se encuentran actualmente teniendo en cuenta la orientación del satélite. Este hallazgo llevó a los investigadores a pensar por qué esos depósitos de hielo se sitúan en regiones de la Luna diametralmente opuestas. En otras palabras, si trazásemos una línea entre los puntos que separan estos cúmulos helados, se demuestra que se encuentran en zonas opuestas en sus respectivos polos. O, lo que es lo mismo, el antiguo eje de rotación del satélite se ha desplazado seis grados, de acuerdo a las conclusiones del trabajo. En base a la dirección y a la magnitud de la reorientación, los científicos plantean que el cambio podría deberse a una "anomalía termal de baja densidad ocurrida en la región de Procellarum". Hace miles de millones de años, esta zona era la que presentaba mayor actividad geológica en la Luna, por lo que dicha "ebullición" interna pudo provocar que la orientación del satélite en el pasado fuera diferente con respecto a su eje actual. Los efectos de este proceso para la Luna, según Trigo, serían "pequeños cambios en el ángulo de orientación del eje de rotación lunar visto desde la Tierra". Esto, según los autores, implicaría que los depósitos de hidrógeno polar son realmente antiguos. Una conclusión que también sugiere que el agua estuvo presente en las etapas más tempranas de la historia del Sistema Solar. "Sabemos que el agua ya estaba en los planetesimales que formaron la Luna y nuestro planeta", explica Martínez Frías. Una opinión similar a la que expresa Trigo, quien señala que "no le sorprende que estos estudios revelen que el agua alcanzó el sistema Tierra-Luna muy pronto, a través de cuerpos helados procedentes de las regiones más frías alejadas del Sol". Según el investigador del CSIC-IEEC, los resultados presentados en Nature son bastante "relevantes", ya que nos ayudan a mejorar nuestro conocimiento acerca del interior de la Luna, que sigue siendo bastante "escaso". "Posiblemente haya mucho más hielo fósil de lo que pensamos, dado que hay zonas de la Luna enterradas entre lo que se denomina el megaregolito", apunta. Estos grandes bloques, producidos por gigantescos impactos, fueron enterrando determinadas regiones de la Luna. "Su exploración meticulosa podrá dar respuesta a las preguntas que se plantean sobre las fases enriquecedoras en agua y materia orgánica de la Tierra primitiva", señala el autor de Las raíces cósmicas de la vida. "En la Luna tenemos las claves de qué objetos primordiales regaron y abonaron nuestro planeta en pro de la consiguiente aparición de la vida", comenta Trigo. El hallazgo de un simple cambio de orientación abre la puerta a nuevos descubrimientos acerca del interior del satélite. Conocimientos que, sin duda, aportarán nuevas claves para entender el origen de la vida en la Tierra.
Josep Mª Trigo publica un articulo en la revista Astronomía sobre el impacto del superbólido en Cheliábinsk
La revista Astronomía publica en su número 168 del pasado mes de junio un interesante articulo de la mano de uno de nuestros escritores, Josep Mª Trigo, autor de Las raíces cósmicas de la vida, y en colaboración con otros miembros destacados de la comunidad astrofísica. El articulo, titulado “El superbólido de Cheliábinsk”, abre el debate del peligro de los impactos de los meteoritos contra la tierra, a raíz del fenómeno inesperado del pasado mes de Febrero en Siberia.
Las raíces cósmicas de la vida ressenyat a la revista Mètode de la UV
El llibre Las raíces cósmicas de la vida de l’autor Josep M. Trigo, surt ressenyat a la revista online Mètode de la Universitat de València.
Las raíces cósmicas de la vida en la revista AIQS NEWS
Con motivo de la conferencia impartida por el Dr. Josep M. Trigo el pasado mes de Noviembre en la Sala multimedia del Instituto Químico de Sarrià, el libro Las raíces cósmicas de la vida, aparece en el último número (64) de la publicación trimestral AIQS NEWS. ¡No os perdáis la interesante entrevista que concede el autor!
La AEA de Argentina recomienda Las raíces cósmicas de la vida
La Asociación Entrerriana de Astronomía (AEA) resalta el currículum del autor y recomienda dos de sus últimas obras; ?Meteoritos? y ?Las raíces cósmicas de la vida?.
Interesante entrevista a Josep M. Trigo en Tendencias21.net
Interesante entrevista a Josep M. Trigo en Tendencias21.net
'Raíces cósmicas de la vida' en los medios de Lleida. El libro que analiza los cometas y meteoritos
Con motivo de la presentación del libro 'Las raíces cósmicas de la vida', el pasado 3 de abril en el Aula Magna del Instituto de Estudios Ilerdencs (IEL), Josep M. Trigo apareció en la prensa local de Lleida ('Bondía.cat' - pág. 16) El acto estuvo a cargo de Salvador J. Ribas, director científico del Parque Astronómico Montsec, Josep Maria Trigo, del autor, y Josep Varela, coordinador de la Sección de Ciencias Experimentales, Matemáticas y Tecnología del IEI, se centró en los orígenes de la vida a través de los cuerpos celestes, cuestión transcendental que aborda el libro.
Descargar'Raíces cósmicas de la vida' (Ediciones UAB) en la 'Revista Española de Física'
«En este nuevo libro de divulgación, el doctor Josep María Trigo nos presenta un compendio de nuestro conocimiento actual sobre el origen de los elementos químicos, la formación de los planetas terrestres, con especial énfasis en la Tierra y su atmósfera, y los ingredientes básicos de la receta que propició el tránsito de la química de la vida.»
Descargar«Maravillas antárticas caídas del cielo», por Josep M. Trigo, en 'El País'
Josep M. Trigo, autor de Las raíces cósmicas de la vida, escribe sobre Maravillas antárticas caídas del cielo en El País. La complejidad orgánica de ciertos meteoritos encontrados en la Antártida apoya su papel en el enriquecimiento químico de la Tierra primitiva...
Josep M. Trigo, autor de 'Las raíces cósmicas de la vida' en 'El Periódico'
Josep M. Trigo es citado en un artículo sobre las sondas "Voyager" que después de 35 años de viaje están a punto de abandonar los confines del sistema solar para adentrarse en el inexplorado espacio interestelar.
«La vida no puede ser ni mucho menos un patrimonio único de la Tierra» entrevista en SINC
El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) entrevista a Josep M. Trigo, autor de 'Las raíces cósmicas de la vida' con motivo de su presentación en el Planetario de Madrid.
«Un cataclismo, tras el origen de la vida en la Tierra» artículo de Josep M. Trigo en 'El País'
Josep M. Trigo explica en 'El País' cómo un gran bombardeo tardío hace 3.900 millones de años marcó el enriquecimiento en agua y materia orgánica de la Tierra promoviendo el surgimiento de la vida.
«Al año caen dos o tres meteoritos» en el 'Diari de Tarragona'
Josep M. Trigo en la Contra del 'Diari de Tarragona'.
DescargarAutor: Trigo Rodríguez, Josep M.
Josep M. Trigo es astrofísico, investigador del CSIC-IEEC especialmente dedicado a promover el desarrollo de misiones espaciales para el retorno de muestras de asteroides y cometa primitivos, los condritas. Además es autor de una decena de libros de divulgación entre los que destacan El origen del sistema solar (2000) y Nosotros en el universo (2000) publicados por Enciclopèdia Catalana y la editorial Complutense