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36 MANERAS DE QUITARSE EL SOMBRERO (4ª Ed): portada

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  • N° páginas : 360
  • Medidas: 150 x 216 mm.
  • Peso: 484 gr
  • Encuadernación: Rústica
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36 MANERAS DE QUITARSE EL SOMBRERO (4ª Ed) DE RUS,MIGUEL ANGEL

Relatos de humor irónico, ácido, absurdo y negro de Miguel Ángel de Rus.

Editorial:
Colección:
NARRATIVA
Materia BIC:
FICCIÓN MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
ISBN:
978-84-17433-06-2
EAN:
9788417433062
Precio:
16.35 €
Precio con IVA:
17.00 €
Fecha lanzamiento:
05/11/2018

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Sinopsis

¿Qué hace Marcel Proust intentando firmar sus libros a una pareja de charcuteros de Carabanchel? Chocar contra la realidad, igual que ese hombre que encuentra una mujer con la que desarrollar sus fantasías más perversas, o la alcaldesa que pretende ir más allá de lo políticamente correcto en el día del año más infantil llevando a la ciudad a la catástrofe. En este libro De Rus descarga su ironía sobre los personajes que se enriquecen con los temores ajenos; sobre bodas tan suntuosas que claramente ocultan algo; sobre antiguas actrices de pasado turbio convertidas en mujeres respetables y admiradas
por la sociedad; sobre el pequeño grupo de multimillonarios que manejan el orden mundial a su antojo debido a que la naturaleza no previó depredadores para ellos.

El libro en los medios

36 maneras de quitarse el sombrero. Crítica

16 14:05:25/06/2025

El escritor y editor Miguel Ángel de Rus ha reunido en 36 maneras de quitarse el sombrero (M.A.R. Editor, 2018) una variopinta y sugerente colección de relatos de humor, creados con “animus jocandi” como el mismo autor apunta en una suerte de advertencia previa a la lectura. La honorabilidad de algunos de los personajes que aparecen en los cuentos, y que podrían identificarse con personas reales, jamás se pone en duda. Con este arranque irónico y humorístico, el libro vuela en todas direcciones. De Rus se fija atentamente en el mundo que le rodea. Y lo que ve, como no podría ser de otro modo, no le gusta. Por eso, la sociedad que envuelve a los personajes se manifiesta en franca descomposición, porque De Rus no soporta la vulgaridad de los tiempos en los que vivimos, no soporta el progresismo de salón, no soporta lo políticamente correcto y no soporta, en definitiva, a los grandes magnates. No es casualidad, pues, que De Rus encuentre en la ficción el justo castigo que merecen esos nuevos aristócratas que viven ajenos a las desgracias del mundo. Pero más allá de esta sociedad degradada, el espíritu claramente decimonónico del autor, a contracorriente, dedicado plenamente a la observación, se pone en evidencia en esos personajes que sienten náuseas al contemplar el mundo, que no entienden porque en un urinario se vende publicidad o en una cafetería la tecnología te aplasta con su propaganda insulsa. Son seres que buscan la soledad y el aislamiento, acompañados de sus inseparables libros. Pueden ser periodistas, escritores o simples ciudadanos aburridos del devenir de la sociedad, como es el caso de ese personaje de Una justicia horizontal, que vive en un falansterio rodeado de libros y música, dedicado a la meditación y que cultiva un pequeño huerto. Conviene no olvidar que algunos de estos personajes que pueblan los cuentos claramente han claudicado, sólo esperan la jubilación porque son ajenos al avance del mundo, como el médico de ¿Y su juramento hipocrático? O, en todo caso, fruto del desamor se dejan arrastrar por la desilusión, la renuncia y la derrota, como en El pan ácimo. Son seres, en definitiva, que muestran una cierta desesperanza, una falta de optimismo ante el futuro de la sociedad. Reflejan la desesperación de no poder hacer nada, porque la opinión pública se ha impuesto, lo políticamente correcto, porque vivimos en una época en donde “la opinión de un sabio vale menos que la de cien locos”. Y si De Rus revive a escritores que adora, como Kafka, Proust o Mihura, es para mostrar siempre un tono pesimista, un cierto desapegado del mundo. Por eso, cuando aparece Mihura en un teatro es para reflejar el distanciamiento del escritor, separado de las prácticas cotidianas de la sociedad actual. Algunos cuentos tienen un cierto tono autobiográfico, pero todo parece filtrado por el sentido del humor, desde el feminismo, el animalismo, el ecologismo y el nacionalismo, hasta la madre patria. De Rus bromea a propósito de los Borbones, a los que no soporta, hace escarnio de la monarquía británica, se burla de los servicios de inteligencia y plantea con ironía una posible adaptación de los clásicos a la moral actual. Incluso bromea con la dichosa construcción del muro mexicano, poniendo en solfa los verdaderos intereses políticos que hay detrás de cada acción. Pero no se olvida tampoco de ironizar a propósito de la literatura que se ha impuesto en nuestros días, con la forma en que se escriben la mayoría de los libros, con la disposición de los escritores a recibir premios de antemano. El humor, en definitiva, sirve a De Rus para hacer una radiografía pesimista del avance del mundo, plasmada en el contraste que se establece entre el escritor y el mundo que contempla. También hay relatos que hacen gala de un profundo erotismo, de un cierto regusto por los juegos del placer y de la mirada, dando la sensación de que cualquier cosa se puede convertir en un espectáculo. A veces, De Rus saca a la luz de forma algo velada escándalos actuales, haciendo burla de los periodistas. A veces también, muestra las disputas pasionales, producto de los instintos más bajos, y trata con ironía la violencia que ejercen las diversas religiones, las mentiras implícitas en la idea de apocalipsis. De Rus, en cualquier caso, parece elevarse allí donde el relato camina entre la realidad y la ficción, cuando todo se asemeja a una ensoñación, como en Hieródula bellísima, donde la aventura del protagonista con la joven sacerdotisa tiene los aires de un sueño, o en El rayo rojo, donde un científico consigue dar vida a un héroe soviético para luego devolverlo a la muerte. Y siempre, o casi siempre, mostrando contrastes, allí donde la inteligencia y el silencio se manifiestan como atributos contrarios al ruido que nos acecha por todas partes. Y siempre, o casi siempre, la sensación de que nos envuelve una realidad totalmente manipulada, que más allá de la búsqueda de la verdad, hemos entrado en una fase que irónicamente De Rus denomina “un mundo de posverdad”. Reconociendo que siempre ha sentido debilidad por los placeres estéticos, De Rus, parafraseando a uno de sus personajes, no reconoce más supremacía que la aristocracia del saber.

36 maneras de quitarse el sombrero de Miguel Ángel de Rus en Sur de Córboa

16 14:04:32/06/2025

Terminaba mi anterior colaboración con el cierre de mi ordenador y la apertura de un libro, casi de la misma manera que lo había dicho Groucho Marx –pero con mucha más gracia– sobre lo educativa que era la televisión. Ahora lo hago con ese maravilloso libro de Irene Vallejo que tiene por título El infinito de un junco, pero, entonces, el mes pasado, sucedió con otro también fantástico: 36 maneras de quitarse el sombrero de Miguel Ángel de Rus. Motivado, lleno de inquietud por leer más de este autor tras el volumen de relatos El taxista asesino, quería volver a disfrutar, incluso divertirme, si se me permite, divertirme con la narrativa de Miguel Ángel de Rus, no solamente porque 36 maneras de quitarse el sombrero posea un tono humorístico, sino también porque la mordacidad de la crítica al mundo actual es fascinante. Así, desfilan por los relatos personalidades de lo más variopinto: Soros, Obama, Hitler, Proust, Miguel Mihura… Sin dejar atrás a los anónimos, como aquel escritor que soporta en un puesto que nadie quiera comprar su libro (primero, unas chicas que consideran caro su libro, pero que no parecen discutir lo que se gastan en unas jarras de cerveza y una ración de calamares; una mujer que solamente busca marcapáginas para subirlos a su blog, pero que no piensa leer; y un viejo que tampoco lee, y que sólo parece tener energía para matar al Toro de la Vega de Tordesillas) o los expertos del CNI, en uno de los mejores relatos del libro, en el que se devanan los sesos en descifrar una pintada. Sin duda, las temáticas de la censura actual, de la cultura de la cancelación, de la superficialidad de aquellas contra la razón, es uno de los aspectos más interesantes. Por ejemplo, en «¿Y su juramento hipocrático?», cuando el médico se ve forzado a dar el alta a una mujer que insinúa su poder viral en las redes: «la opinión de un sabio vale menos que la de cien locos». En «Políticamente correcto», una alcaldesa (puede intuirse su reflejo con alguien de nuestra realidad) organiza una cabalgata de «Reyes Magos y Reinas Magas y de pajes y pajas» diversa en sensibilidades y finalidades que solamente puede acabar de una manera. También abordan estas cuestiones «Woody Allen que estás en los infiernos», uno de los relatos más jugosos, y «La cámara del beso» en el que nos muestra una distopía con adaptaciones a la ética del momento de clásicos como Don Quijote o Madame Bovary. Tal y como se avisa en las páginas iniciales, la obra está escrita con animus jocandi, con intención divertida, por lo que Miguel Ángel de Rus cumple con su palabra; si a esto sumamos la agilidad del estilo narrativo del autor, afirmemos sin reparos que cumple con la palabra

EL CORREO DE ANDALUCIA. LA CARA OCULTA. RELATO VI. Muy recomendable si se gusta de la provocación y lo obsceno.

02 12:29:57/02/2023

Esto podía haberse titulado perfectamente« Treintaiséis formas de sacarse el rab...,» perdón.. me dejo influir por de Rus cuya forma es menos chabacana que la mía, pero no por ello menos explícita. De Rus es un señoro muy señoro, puro macho de los de antes y que conciben la figura femenina con un alto componente de sexualización. Casi todos los personajes de este libro se fijan en las turgencias de lo turgente, las hendiduras de lo hendible y, en general, describe a las mujeres, ya no en base a esa belleza ideal que podría llamarse serena, sino en escala de voluptuosidad. Esto puede parecer políticamente incorrecto, pero tiene su público y para aquellos que mantenemos la mente abierta no es obstáculo para disfrutar de este recopilatorio. Sobre lo del tema de lo correcto o lo WOK o anti WOK (no tengo muy claro qué es lo “bueno) hay que leer con atención « ¿Y su juramento hipocrático? » que también da un repasito a las redes sociales. La forma es excepcional, algo relamida en ocasiones, pero correctísima y con momentos brillantes que me recuerdan a la poesía de poetas de la premovida, movida y removida madrileña y de otros tablaos. En la sinopsis se vende esto como cortos de humor, y algunos que se podrían catalogar como tales, pero en muchos otros, en cambio, la sonrisa huye y aparece la mueca del espanto. Sobre esto último destaca «Retrato de Soros con hiena», con escenas muy impactantes y un argumento sobre justicia o venganza que pide continuidad hacia la novela. Hay también extrañas odas a curiosas musas, como la que encontramos en «El pan ácimo», dedicada a la mítica actriz porno Jenna Jameson, a quién no se nombra en ningún momento pero cuya figura es totalmente reconocible. Me ha parecido una extravagante historia de amor no exenta de belleza. Se cuela la opinión, o incluso el desahogo, en esta antología que disfraza de ficciones y utiliza la voz de los personajes para que el autor se quede bien a gusto largando de todo aquello que le molesta, le enerva, no comprende o simplemente no le gusta. Como ejemplo, ahí queda «Woody Allen que estás en los infiernos». A mí esto me parece una gran terapia y uno de los motores de la literatura a nivel universal, por tanto tiene mi venia. Así que todo se teje con mucha ironía, humor negro y acidez, vamos, lo que es mala leche y cierta tendencia a la escatología. De cada uno de los capítulos un lector aplicado puede aprender algo, si va a querer luego enfangarse en lo de juntar letras, y uno descuidado disfrutar sin más ambiciones. Yo he gozado muchísimo «No se explica» escrito a la perfección con léxico y modismos argentinos, de tal manera que el propio cerebro llega a interpretar el texto con el acento y musicalidad de aquellas tierras. Me ha parecido magistral. Muy variado en temáticas y escenarios que se pasean por la ciencia ficción (y sus distintos subgéneros), la crónica, el suspense, el surrealismo inquietante, y todo el catálogo propio del pulp truculento o marginal.

Entrevista de Miguel Angel de Rus en el programa Hora América, de RNE

15 09:32:49/02/2019

Entrevista de Miguel Angel de Rus en el programa Hora América, de RNE. Presentación de su nuevo libro 36 maneras de quitarse el sombrero.

Entrevista en RTVE, programa ARTESFERA

15 09:30:38/02/2019

Miguel Angel de Rus, entrevista en el programa de RNE Artesfera, sobre su nuevo libro 36 maneras de quitarse el sombrero.

36 MANERAS DE QUITARSE EL SOMBRERO Miguel Angel de Rus

01 01:00:00/01/1970

Vídeo del periodista español en París Juan José Dorado sobre 36 maneras de quitarse el sombrero

Autor: De Rus, Miguel Ángel

Escritor, editor y periodista. Actualmente es presentador y director del programa literario de RNE “Sexto Continente”. Ha firmado artículos en más de una veintena de diarios españoles, entre ellos: El País, Diario 16, Ya y en revistas como Cambio 16. 36 maneras de quitarse el sombrero es su 14º libro. Novelas, recopilaciones de relatos, ensayo, teatro. Ha participado en más de cuarenta antologías de relatos. www.miguelangelderus.es

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