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Busqueda avanzada- N° páginas : 350
- Medidas: 215 x 140 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Tapa blanda
Al Principio de la Oscuridad LARGO,CARLOS
Asómate Al Principio de la Oscuridad con Carlos Largo, reportero de CUARTO MILENIO, con todos los expedientes del misterio, testimonios exclusivos, casos espeluznantes.
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Sinopsis
• secretos de la mente humana
• fenómenos paranormales en casas particulares y lugares abandonados
• encuentros con extraños seres que parecen proceder de otros mundos
• tensión y miedo en cada una de las investigaciones
• transformación vital de los testigos de lo insólito
El libro en los medios
Entrevista con Carlos Largo en Libros y Autores
Carlos Largo es licenciado en Comunicación Audiovisual. También es especialista en Marketing Digital y Comunicación Corporativa. Periodista de investigación desde hace más de una década en programas de misterio como Cuarto Milenio (Cuatro TV) y Milenio 3 (Cadena SER), Largo es un apasionado de la locución y el doblaje. También es autor del libro AL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD. Tras más de una década embarcado en el mundo del misterio, con tantos sucesos investigados y tantos kilómetros recorridos a tus espaldas, el título de tu primer libro es AL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD. ¿Qué hay en ese principio para destacarlo? Antes de nada sí que me gustaría comentar esa parte, la de la década que mencionas en la pregunta embarcado en el mundo del misterio, porque siempre lo comento: estaré muy agradecido por la oportunidad que Iker y Carmen me dieron en su día de formar parte de este equipo, de su equipo de La Nave del Misterio. Para mí ha sido todo un viaje y un proceso en el ámbito de mi propia personalidad, de mi forma de ver el misterio. Porque yo antes era "súper escéptico". Soy de los pocos compañeros del equipo que proviene de un ámbito del periodismo que no tenía nada de relación con estos temas. Yo había hecho magazines, informativos, deportes, radios locales también cuando empecé en la Cadena SER, pero no me había metido de lleno en lo que era el periodismo de investigación y del misterio. He pasado por un proceso desde el escepticismo puro a, ahora mismo, tener una mayor creencia en que existen fenómenos que la ciencia no puede explicar. Que están ahí y que atormentan a muchas familias, que a veces sorprenden a personas determinadas e incluso que cambian vidas. Porque el misterio cambia vidas. Ahora dejo esa puerta abierta a que haya cosas para las que no tenemos respuestas todavía. Y por eso también el título del libro. AL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD hace referencia a qué hay al principio de esa oscuridad, a ese túnel en el que algunas veces nos metemos y en el que lo vemos todo negro. Y haciendo referencia al misterio, a ese tipo de fenómenos que nos asustan, que nos dan miedo, que nos dan pavor. Yo me he encontrado en las historias de los testigos, en las entrevistas y conversaciones que he tenido durante todo este tiempo, también mucha luz. Y ese es el secreto del libro, o es uno de los secretos, que el lector también va a poder descubrir muchísima positividad, muchísima luz en cada una de las palabras que los testigos y entrevistados, para cada uno de los casos, nos han transmitido. Porque han encontrado un alivio simplemente contando los sucesos que ocurrían a su alrededor, se han sentido comprendidos... A veces las personas únicamente quieren ser escuchadas. Nada más. El que luego te pongas de su parte o no quizás les da más igual. Simplemente es sentirse escuchados. Por otro lado, a veces esos cambios en sus vidas que les genera el misterio de manera prácticamente obligada, como en las personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte... en ese instante han valorado mucho más a sus familiares, a sus vidas. Han transformado algo negativo, algo tenebroso, que les asustaba o que les ha asustado, en una transformación vital completa. Encontrar casos tan diversos y sobre temáticas tan diferentes recogidos en un mismo volumen es como un pequeño y rápido recorrido por tu experiencia como reportero de lo desconocido. Imagino que en el archivo habrá muchos, pero ¿qué te hizo decidirte por estos expedientes y no otros? El libro recoge prácticamente todos los expedientes que he ido realizando durante ese periodo de tiempo, durante los diez primeros años de carrera en La Nave del Misterio. No es que haya sido complicado elegir, pero sí, sí que ha sido difícil porque yo nunca había escrito un libro, y me he dado cuenta del sacrificio y del trabajo que lleva detrás. Sobre todo de constancia y de saber resumir, de intentar transmitir al lector los datos de la manera más simplificada posible, porque puede ser que el mensaje que tú quieres hacer llegar no llegue al otro lado. Para mí ha sido un ejercicio de constancia y de síntesis. Los casos elegidos lo han sido principalmente por la profundidad en la que el lector se podría meter, de llegar a comprender cada dossier, cada expediente, y sobre todo que sintiera a cada uno de los testigos. Yo he querido en este libro dar protagonismo principalmente a ellos. Porque gracias a ellos el libro se ha podido escribir, los reportajes se han podido hacer y emitirse en Cuarto Milenio, y sin sus palabras y su testimonio, y la confianza que ellos me depositaron en su día, no hubiera sido posible. Así que yo creo que la elección fue complicada pero sobre todo fue por ese terreno, por las historias en las que los protagonistas, los testigos, tenían esa profundidad y, bueno, para podérsela mostrar también al lector. ¿Cuál fue tu principal motivación para escribir esta obra? Ya llevaba un tiempo, años atrás, que veía que iba acumulando material interesante más allá de lo que se había expuesto en Cuarto Milenio, en televisión. En el programa de televisión, al fin y al cabo, y el espectador lo notará, el tiempo es oro. Entonces, queda todo muy condensado y hay veces que no nos da tiempo a poder contar todo lo que ha ocurrido en la investigación, o los hechos que han expuesto los testigos, porque hay que ¡resumir, resumir, resumir! Todo va muy rápido en televisión. En radio también, pero son otros tiempos y otros ritmos. Yo me quedaba con "la cosa" de que yo tenía bastante material que no había salido a la luz y que podía aportar también, precisamente, ese otro lado a cada investigación, a cada expediente. ¿Y por qué no darlos a conocer a los lectores, a los seguidores del misterio? Ese fue también uno de los secretos y principales motivaciones para decir: "pues mira, quizás a los diez años de experiencia profesional en el misterio es un buen momento". También coincidió que se alinearon los astros y en un viaje que hice a Málaga para hacer un reportaje que viene incluido en el libro, coincidí con mi editora, que es Mado Martínez, que me ofreció directamente cuando le contaba todo esto sentarme a escribir, tranquilamente, y exponer todo lo que se me pasaba por la cabeza. Y así fue como Odeón finalmente publicó el libro. Estoy muy contento de cómo quedó. Además, tenía en mente esa idea de que fuera un gran archivador lleno de carpetas, con casos y fotografías. Y bueno, creo que se ha conseguido. Ya sólo queda que el lector pueda inmiscuirse en cada caso, se empape y, sobre todo, que haga su propio juicio de valor, que no tiene que coincidir con la opinión en este caso con el del escritor que está haciendo la obra. AL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD recoge lances realmente angustiosos por parte de los testigos de esos encuentros con lo desconocido. ¿Cómo cambia la vida de estas personas al enfrentarse a hechos de esta naturaleza? En cuanto a cómo lo viven los testigos hay que decir dos cosas importantes que ya has mencionado antes: por un lado, no es fácil vivir este tipo de cosas, porque... claro, a quién se lo cuentas. Me pongo en el lugar y tienes que empatizar mucho con estas personas que viven el misterio tan de cerca. Yo mismo luego me he convertido en testigo también con algunas experiencias y no sólo en las investigaciones. Y claro, te planteas que esto tampoco lo pueden contar tan fácilmente, y además en poblaciones pequeñas... No sé si esto es un prejuicio, pero creo que me he encontrado la mayor parte de la veces con este tipo de discurso por parte de los testigos, que en poblaciones pequeñas es difícil dar a conocerlo, porque te marcan de por vida. Por ejemplo, en el Caso Linama, que viene reflejado en el libro, un caso clásico de poltergeist a través de una ouija que realizan tres amigas en un domicilio donde se producen una serie de fenómenos sin explicación, con movimientos de objetos con gran violencia que terminan con intervención policial... Pues quedaron marcadas de por vida como Las Brujas de Linares (Jaén). Para que veáis hasta qué punto marcan la vida de los testigos. Por otro lado, es el secreto. El cómo ese secreto muchas personas deciden guardarlo para siempre, porque primero se sienten juzgados, segundo no se sienten escuchados, y tercero el asumirlo, el asumir que no tienes respuestas para algo. Nos han educado desde muy pequeños que para todo existe una respuesta, una explicación, y a veces me he dado cuenta de que no, de que la ciencia no ha podido explicar algunas cosas. Yo creo que eso es lo que dificulta la vida de estas personas, y sobre todo que este tipo de fenómenos a veces se prolongan en el tiempo. Cuando una familia está viviendo en su propia casa movimientos inexplicables de objetos, fuertes ruidos, apariciones, y ya no hablo de un mes, sino de años, eso se convierte en un castigo, en un infierno, prácticamente. A veces cambia para mal, se convierte en ese infierno, pero hay momentos puntuales en los que hay "algo" que lo transforma en algo luminoso. Depende de cómo se lo tome cada persona, eso principalmente, y si tienes esa gente que te ayude. Me he encontrado en la mayor parte de los casos a personas "súper agradecidas" simplemente por el hecho de ser entrevistadas, cuando los agradecimientos deberíamos darlos nosotros, porque si no los reportajes no saldrían adelante. Y luego también, cuando te agradecen el que a lo mejor se haya mitigado un poco todo tras ir alguno de los expertos que nos acompañan normalmente. Creo que estos temas hay que tratarlos con seriedad, con rigurosidad, y sobre todo tranquilizar a este tipo de personas que viven tan atormentadas. Que se normalice ya de una vez este tipo de periodismo. Que los periodistas del misterio somos serios, que hacemos un trabajo de la mejor manera que podemos y siempre de buena fe. Vivir experiencias como las que recoges en tu libro debe suponer un peso importante para sus protagonistas, y no sólo por la vivencia en sí (que tiene que marcar), sino también por las etiquetas y clichés a los que se exponen. ¿Qué hace que esta gente dé el paso y cuenten públicamente su historia? Ya lo adelantábamos en la anterior pregunta: es el proceso de etiquetas, clichés, personas marcadas de por vida por dar a conocer que han sido testigos de lo insólito. Y es muy injusto, esto. Es muy injusto porque como decías se debería normalizar. ¿Y qué hace que la gente de el paso y que lo cuente públicamente? Pues a veces el cansancio, y el no saber a dónde acudir. Lo más normal y desde siempre, lo que se ha dicho es que esta persona está loca, porque ha vivido este tipo de experiencias. E incluso algunos y algunas acaban en un psiquiátrico. Hemos contado casos... Uno me acuerdo, que no viene en el libro, de una población del mediterráneo en la cual, hace ya bastantes años, veían a una mujer que era arrastrada, literalmente, por el suelo, por los pelos, por una fuerza literalmente invisible, y que la llevaba hasta el cementerio para que se postrara y acostara encima de una tumba en concreto. Esta mujer, con el paso de los años, acabó encerrada en un psiquiátrico, incomprendida. A lo mejor necesitaba otro tipo de ayuda. No digo que no haya que seguir esos patrones también, porque nosotros mismos en Cuarto Milenio tocamos todos los palos. No sólo el de la investigación parapsicológica, también el de la investigación puramente científica: nos acompañan médicos, nos acompañan ingenieros, todo tipo de especialistas que son los que realmente a nosotros nos ayudan a conformar la investigación... Yo creo que es eso, el cansancio, el agotamiento, el no saber a dónde dirigirse para poder contar esto, y recibir un feedback, recibir una posible explicación, una posible respuesta a lo que ellos viven desde la incomprensión. Por supuesto hay veces que se han prestado a contar sus vivencias, sus historias, pero lo hacen desde el anonimato. Como yo siempre digo, para mí lo más importante es poder contar la historia, no dar un nombre y un apellido o una población, ni siquiera, a la historia. Para mí esos relatos son igual de importantes bajo el anonimato, porque estamos protegiendo a una persona que realmente lo necesita y, cuando se nos pide, lo cumplimos a rajatabla y no pasa nada. Y como digo, luego el espectador, o en este caso el lector, es el que tiene que empaparse, ver todos los datos, todo lo que hemos ido realizando y lo que nos han contado, y juzgar. Pero juzgar siempre de manera constructiva, por favor, porque para hacerlo de manera destructiva ya tenemos bastantes destructores en nuestra vida, en nuestro día a día. ¿Y cómo ha cambiado a Carlos Largo conocer a esos testigos de lo insólito, escuchar esas experiencias o investigar sobre el terreno? Bueno, me ha cambiado como os decía antes. Yo partía de un escepticismo muy radical, muy puro, y ahora mismo, a día de hoy en 2021, soy una persona totalmente distinta. También el hecho de encontrarme con todo tipo de gente, con todo tipo de personas de distintos estatus económicos, estamentos sociales, profesiones... me han hecho ser mucho más abierto de mente en ese sentido. Y dejo una puerta abierta a que puedan ocurrir este tipo de fenómenos sin respuesta dentro del mundo insólito. También me han ayudado a ser mucho más humano. Considero que por la educación que he recibido siempre he sido una persona muy empática, reconozco que me gusta escuchar a la gente y que me cuenten sus historias para poder intentar ayudar, en este terreno y en cualquiera de la vida. Siempre me he ofrecido... Y esa ha sido una virtud que me ha servido para poder entablar conversaciones muy profundas, muy detalladas, con algunos de los testigos que al principio se retraían muchísimo a exponerlo públicamente. Eso me ha ayudado muchísimo y también me han hecho... pues más humano. Si ya era empático de por sí, mucho más. Y a ser solidario, a intentar ayudar al máximo a la gente que me brinda sus historias, que me brinda su tiempo, y que en ocasiones hasta ocupamos su casa durante días para intentar investigar sobre el terreno e intentar llegar al meollo final de la cuestión. A mí me ha transformado. Y no sólo eso, es que a mi profesión yo no la considero un trabajo. Se ha convertido en un estilo de vida más. ¿Tú has sido protagonista de algún fenómeno que no puedas explicar desde un punto de vista meramente racional? ¡Yo pensaba que no, al principio, cuando empecé en esto! Que no iba a tener ningún tipo de experiencia propia. Pero sí, sí. Evidentemente he sido protagonista, al igual que otros muchos compañeros. Cuento en el libro que en una residencia de la Comunidad de Madrid, en la que había apariciones y tal, llego a escuchar junto a mi compañera Clara Tahoces una voz femenina cantando, como un canto cortito, muy breve, en dos ocasiones. Llegué a salir de la sala en la que estaba de la tercera planta de la residencia para buscar el origen de esa voz, porque era una residencia con residentes femeninas, y ahí lo único que había era gente durmiendo. No se escuchaba nada más. Y al cerrar la puerta volví a escucharla, otra vez, al igual que mi compañera Clara Tahoces. Recuerdo muy bien ese día porque nos miramos con incredulidad, y además, casi sin ningún tipo de necesidad, sabíamos que habíamos escuchado lo mismo. Yo le pregunté que qué había escuchado, y me describió exactamente lo mismo. Con lo cual, bueno... Me he encontrado alguna que otra cosa también, pero en cuanto a llegar a ver... Ha sido fuera del ámbito de las investigaciones, y eso es lo que más me sorprendió. Esto me sucedió y lo cuento en la primera parte del libro. Nada más abrir el libro el lector se va a encontrar con el momento en el que yo me convertí en testigo de lo insólito. Voy a dar pocos datos, para no desvelar todo, por supuesto. Pero fue en mi viaje de luna de miel, va a hacer ya cinco años, en un hotel muy moderno, en una población de Vietnam, y de mañana ¡además! Yo me encontré con algo que a día de hoy no tiene explicación para mí. Sigo dándole muchísimas vueltas sobre si fue mi cabeza la que generó, digamos, lo que yo vi.... ¡Y hasta aquí voy a decir! Para que sea el lector el que desentrañe todo esto, y pueda sorprenderse igual que yo me sorprendí. Te quedan muchas dudas, evidentemente, pero sí que sacas una conclusión, que es que tú no puedes ir buscando el misterio: la mayor parte de las veces el misterio te sorprende a ti. Y no tienes que estar trabajando o investigando, a veces te sorprende cuando estás más tranquilo, relajado, y cuando no piensas que te va a pasar. Luego, en ocasiones, sí que te ocurre cuando estás investigando. Como esa voz que yo escuché en la residencia, al igual que mi compañera Clara Tahoces. Y bueno, también un evento que yo en 2012... fíjate, va a hacer nueve años.... a mí me trastocó todos mis pensamientos. Fue una investigación que realizamos junto a Iker, en una población de Cataluña, que a día de hoy no se ha emitido, por la gran cantidad de cosas que pasaron y que, a día de hoy, tampoco he podido asimilar. Imagino que es una pregunta típica, pero ¿cuál de los acontecimientos que forman parte de AL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD te ha dejado más huella? Interesante pregunta... A ver, cada historia, cada expediente, te deja huella. Por lo que os decía, que te hace ser más humano. Pero así, como experiencia vital, diría que el viaje que realicé junto a mi compañero Javier Pérez Campos a Japón, en El Bosque de los Suicidios, la Aokigahara. Primero porque era mi primer viaje internacional para el programa y diría que el único que he hecho, porque se dan en muy contadas ocasiones. Y también porque el lugar era muy especial: un paraje idílico, natural, a los pies del Monte Fuji... Nada te hace pensar que allí ocurren este tipo de fenómenos. Además, un fenómeno de carácter puramente social. Y es que se convierte en el lugar en el que muchos japoneses van a terminar con su vida allí, por el propio pensamiento social, la influencia de algunas novelas que también han convertido este bosque en un mito, o la presión en ocasiones que reciben los individuos a través de las altas hipotecas... un poco es la cultura japonesa la que lleva también a que se haya convertido este espacio en lo que lo describen, El Bosque de los Suicidios. Fue un viaje muy intenso, de cinco días, contando dentro de esos cinco días la ida y vuelta en avión: dos noches en el Aokigahara intentando indagar, en soledad cada uno de nosotros, en ese sentimiento de por qué la gente se va allí en ocasiones a hacer una especie de campamento para reflexionar si realmente acabar con su vida o no. Y bueno, sobre todo de esos momentos me vienen flashes también de cuando encontrábamos objetos personales: una bolsa de un señor, de un anciano con su carnet de identidad, donde podías leer su nombre y apellidos, la ciudad... Esa furgoneta de color blanco, también cubierta por nieve, que nos contaban que a través de las cámaras de vídeo habían visto al conductor salir y lo lo habían vuelto a ver. Claro, pues todo esto se convirtió en un viaje de estos que te marcan, y me ha dejado mucha huella. ¿Qué parcela, dentro de ese universo que engloba el misterio, es en la que te encuentras más incomodo y te infunde más respeto? La palabra no es incómodo, a lo mejor más inexperto. Lo definiría como más inexperto. Y te voy a hacer como dos separaciones. Una, en la que soy más inexperto, porque no he hecho un número muy grandes de reportajes y porque tampoco me he imbuido en libros de esa temática, es en el tema de la ufología. Que por ejemplo, mi compañero Pablo Villarrubia es un especialista grandísimo de este país y gran conocedor de muchísimos casos, porque también le entusiasma muchísimo. Yo reconozco que soy más inexperto en ese ámbito y quizás, de manera secundaria, me encuentro más incómodo cuando realizo los reportajes, porque no sé qué aportar más allá de poder contar el reportaje, la historia como periodista. El terreno en el que me infunde más respeto por supuesto es el de las investigaciones parapsicológicas. Que al contrario, me encuentro mucho más cómodo. ¿Por qué? Porque tengo muchísima más experiencia en ese ámbito. A la hora de hacer las entrevistas con los testigos sé cómo sobrellevarlas, sé cómo organizar ya una investigación, cuáles son los pasos a seguir, y las distintas diferencias entre cada una de las investigaciones que hemos llevado a cabo, qué necesita cada investigación... Pero por otro lado me infunde mucho respeto por eso, porque no sé lo que va a ocurrir. No sé si voy a traer a casa material, si no voy a traer material. Que la mayor parte de las veces ocurre así, no ocurre nada... otras veces sí, y te quedas todavía más sorprendido. Y ahí es donde engancho con lo del respeto, cuando no encuentro una explicación lógica, racional, por mi propio inicio, por mis propios orígenes, a algo que ha sucedido durante la investigación (antes o después). Se me rompen todos los esquemas, y eso me hace tener miedo en ocasiones. Soy desde pequeño muy miedoso, siempre me ha dado mucho miedo la oscuridad, y sigo teniendo mi respeto a quedarme solo en un aislamiento, a que me suceda algo... Y fijaos que mi abuelo siempre me ha dicho lo mismo: "hay que tener más miedo a los vivos que a los muertos". Pero todavía sigo sintiendo, en las investigaciones del terreno paranormal, esa adrenalina que me sube cuando iniciamos. Y eso lo comparto mucho también con el compañero Aldo Linares y con Paloma Navarrete. Pero sobre todo con Aldo, en el sentido que hay veces que él llega muy nervioso porque evidentemente le ocultamos información sobre los casos y dice: "es que no sé lo que va a ocurrir". Pues bueno, yo teniendo esos datos, esa información, me infunde mucho respeto y me sube la adrenalina. Leyendo AL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD he llegado a pasarlo mal con un tema muy concreto: el de los visitantes de dormitorio. Luego, pensando sobre ello, no puedo dejar de darle vueltas a lo que la sugestión y el miedo pueden llegar a hacer. ¿Crees que se tienen en cuenta como factor de peso a la hora de evaluar un caso? Evidentemente siempre hay que tener en consideración muchísimos factores, entre ellos el de la sugestión. Incluso nosotros mismos. Yo que te decía en la anterior pregunta que le doy cien mil vueltas a las cosas y cuando a algo no le encuentro explicación me sube la adrenalina pues, en esos aislamientos, por ejemplo, que realizamos, y que me infunden muchísimo respeto, también te llevan a reflexionar sobre tu propia sugestión. Estás con todos los sentidos abiertos a exponerte tú solo a lo que pueda ocurrir. Y ya digo: la mayor parte de las veces no ocurre nada, absolutamente nada. Pero cualquier cosa que suceda, un pequeño ruido, un pequeño sonido, te puede llevar a que tu cabeza imagine o crea que ha sucedido algo anómalo, y a veces tiene una explicación natural, física y lógica. Por supuesto hay que tenerlo en cuenta como factor de peso, y yo creo que al ejemplo que has mencionado de los visitantes de dormitorio, también tenemos una posible resolución ahí, que es la de la parálisis del sueño. Es "súper habitual". Me he encontrado con amigos, familiares y conocidos que me han descrito este tipo de episodios, una especie de pesadilla que han vivido de forma muy real, porque realmente están despiertos pero no pueden movilizar ningún miembro de su cuerpo. Absolutamente nada. Únicamente a lo mejor pueden mover los ojos. Les falta la respiración y notan cómo algo o alguien aparece en su cuarto y muchas veces incluso se posa encima de su pecho, presionándole fuertemente y que le impide respirar. Claro, esto agobia muchísimo. Es una experiencia la verdad que aterradora, pero a veces tiene una explicación racional, lógica. Hay veces que en nuestro propio cuerpo, en ese proceso de regulación en el duermevela, produce este tipo de episodios. Que te despiertas y a lo mejor no ha salido tu cuerpo de ese letargo todavía, y la mente ya sabes, en el mundo onírico se producen muchísimas creaciones, tanto positivas como negativas. Esa es la explicación por lo que creo que sí, que se tiene que tener en cuenta como un factor muy importante a la hora de evaluar los casos y también las propias investigaciones.
Autor: Largo, Carlos
Carlos Largo es licenciado en Comunicación Audiovisual, especializado en Marketing Digital y Comunicación Corporativa. Apasionado por la locución y el doblaje y, sobre todo, por el periodismo de investigación, lleva persiguiendo el misterio desde hace diez años, formando parte del equipo de Cuarto Milenio (Cuatro TV) y Milenio 3 (Cadena Ser) como redactor y reportero.