Buscador de libros
Busqueda avanzada- N° páginas : 96
- Medidas: 150 x 230 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Bolsillo
AMÉRICO VESPUCIO ZWEIG, STEFAN
¿Quién dio el nombre “América” a América? ¿Por qué le fue concedido a Américo Vespucio el honor de perpetuar su nombre para toda la eternidad?
¿Quieres comprar este libro? Busca tu librería más cercana
![](/images/bg_map.png)
Sinopsis
Este breve ensayo biográfico sobre la figura de Vespucio fue escrito por Stefan Zweig en 1941 y publicado de manera póstuma. En él, se reconstruyen todas las circunstancias, casualidades, malentendidos y, ¿por qué no?, alguna pizca de astucia por las que el nombre de Américo Vespucio quedó inmortalizado. Zweig se refiere a un error histórico en cuanto a la atribución del nombre “América” al continente, dado que no fue descubierto por Vespucio, ni siquiera fue el primero en pisar tierra firme ni en divisarlo por primera vez. A través de todo el relato histórico desde Colón y Caboto en adelante, Zweig se inmiscuye en curiosidades de la historia, fiel a su estilo. Según cuenta, la atribución del nombre “América” surgió de una triquiñuela del propio Vespucio en documentos oficiales en los que él declara haber sido efectivamente el primero en llegar (aunque hay documentos oficiales, nos aclara Zweig, que demuestran lo contrario). Después de todo, quien descubrió América pero no la reconoció fue Colón y quien no la descubrió pero fue el primero en reconocerla fue Vespucio.
Autor: Zweig, Stefan
Stefan Zweig nació en Viena, Austria, el 28 de noviembre de 1881. Estudió en la Universidad de Viena, donde obtuvo un doctorado en filosofía e incursionó en estudios literarios. A lo largo de su trayectoria literaria escribió novelas, poesías y ensayos, e incluso teatro. A su vez, realizó traducciones y biografías. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió al Ejército austrohúngaro. Escribió varios artículos apoyando el conflicto. Sin embargo, luego de esta experiencia, cambió radicalmente su posición. En base a ello, escribió Jeremías, en la cual establecía sus firmes convicciones antibelicistas, por las que tuvo que exiliarse a Suiza. Durante su exilio pudo publicar su obra y trabajó como corresponsal, escribiendo sobre la realidad bélica desde una perspectiva a-partidista y pacifista. El período de entreguerras fue el más productivo de su carrera. En la mayor parte de su producción se opuso al nacionalismo y propuso temáticas y personajes íntimamente relacionados a los conflictos y al peligro. Con la llegada de Hitler al poder, sus obras fueron prohibidas. En 1941 se instaló en Brasil con su esposa, donde en 1942 se suicidaron ambos en vista a la inmensa avanzada del nazismo.