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Busqueda avanzada- N° páginas : 288
- Medidas: 140 x 218 mm.
- Peso: 428 gr
- Encuadernación: Rústica
Condenados a escribir GALATERIA, DARIA
Un heterodoxo breviario que desvela la peripecia de algunos astros de la literatura que en algún momento de su vida dieron con sus huesos en la cárcel.
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Sinopsis
Atraco a mano armada, difamación, asesinato, conspiración, sustracción de obras de arte, composición de poemas elegiacos a la muerte de Hitler. De Verlaine a Burroughs, de Norman Mailer a Hans Fallada, de Giacomo Casanova a Curzio Malaparte, muchos han sido los literatos que, a lo largo de la historia, han purgado sus ofensas y delitos en la cárcel. Y han sobrevivido para contarlo. Chester Himes o Jean Genet se pasaron buena parte de su vida en el fondo de un calabozo infecto. Otros, como el Marqués de Sade o Heinrich von Kleist, iniciaron sus carreras literarias tras los barrotes de una prisión. Incluso se han dado casos, como los de Louise Michel o Goliarda Sapienza, de escritoras que experimentaron una irónica sensación de emancipación y libertad tras entrar en presidio. De un modo u otro, la cárcel ha marcado la obra de aquellos que pasaron por ella, porque la imaginación crece cuando es prisionera, y, sobre todo, crece el deseo.
Daria Galateria nos invita a un erudito y divertido peregrinaje de celda en celda: desde las oscuras y húmedas estancias donde sufrieron y amaron Voltaire y Diderot, hasta los calabozos que acogieron a William Burroughs o Ezra Pound.
El libro en los medios
«Condenados a escribir»: robo, asesinato, delitos contra natura... Los grandes de la literatura que acabaron entre rejas — El Confidencial — 25 de enero de 2025
La famosa Encyclopédie, la obra magna de la Ilustración, se abre con una dedicatoria al conde d"Argenson, el jefe de la policía que arrestó a Diderot como autor de unos textos considerados subversivos y que posteriormente le dejó en libertad precisamente para que pudiera completar la titánica tarea que supuso la Enciclopedia. François Truffaut fue llevado a rastras con 16 años a comisaría por su padrastro, quien, harto de tener que pagar los pufos que el chaval iba dejando con el cinefórum que había montado, le acusó de robo y endeudamiento y pidió su internamiento en un centro de menores, cosa que logró. Oscar Wilde —es bien conocido— fue encarcelado por "delitos contra natura", que en el Código Penal inglés de la época figuraban en gravedad justo por debajo del de asesinato. Apollinaire fue a prisión siendo inocente: le acusaron de haber sido cómplice de su secretario, Géry Píéret, y de robar en agosto de 1911 del Museo del Louvre La Gioconda (al final el ladrón resultó ser el italiano Vicenzo Perugia). El "desprecio público a la Santa Religión" fue lo que llevó a Giacomo Casanova a dar con sus huesos en una celda de la prisión veneciana de Los Plomos, aunque logró escapar de ese presidio en una fuga espectacular. El poeta Dino Campana fue detenido tres veces en Italia durante la I Guerra Mundial porque, con su cara rosada y sus cabellos rubios, tenía aspecto de alemán. Y cuando una noche de 1945 sonó el timbre de la casa de Celine en Copenhague, el escritor llamó inmediatamente a la policía, sin sospechar que era precisamente la policía la que tocaba a su puerta para detenerle por colaboracionismo con el régimen nazi. (...) —Irene Hernández Velasco
Autor: Galateria, Daria
Daria Galateria nació en Roma en 1950. Profesora de literatura francesa en la Universidad La Sapienza de Roma, ha dedicado gran parte de su labor de investigación a las memorias, especialmente de mujeres de los siglos XVII y XVIII. Editó para Mondadori la edición canónica en italiano de «En busca del tiempo perdido», de Marcel Proust, y ha traducido a autores como Diderot, Anatole France, Raymond Radiguet, Jean Giono y Paul Morand. Es autora, entre otros libros, de «Condenados a escribir (Escritores entre rejas)» (2000) y de «Trabajos forzados (Los otros oficios de los escritores)» (2007; Impedimenta, 2011). Actualmente, es colaboradora habitual de diversos programas de la RAI y La Repubblica.