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Contradicciones: portada
  • N° páginas : 168
  • Medidas: 120 x 220 mm.
  • Peso: gr
  • Encuadernación: Rústica
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Contradicciones MURUA,KEPA

Reflexiones de un escritor sobre la creación literaria, los autores noveles, el arte y la crítica, la vida de un escritor en el entorno conflictivo del País Vasco...

Editorial:
Colección:
EDICIONES PENSAMIENTO
Materia BIC:
Ensayos literarios
ISBN:
978-84-941819-8-6
EAN:
9788494181986
Precio:
14.42 €
Precio con IVA:
15.00 €

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Sinopsis

Ensayo. El fluir de la conciencia mientras el autor vive y recuerda.

El libro en los medios

Libertad para pensar

20/12/2014

Kepa Murua vuelve al ensayo con Contradicciones. Ya en "Los pasos inciertos". Memorias de un poeta metido a editor, aunque en aquella ocasión era la propia literatura la que tomaba el protagonismo, Kepa Murua planteaba reflexiones sobre el contexto social y político que había acompañado su práctica cultural. Ahora, sin caer en reiteraciones, sigue tirando de ese hilo analítico para lanzar una mirada personal al amplio abanico de hechos, situaciones, conductas, acciones y pensamientos que delimitan el caminar de la vida.

Contradicciones de Kepa Murua

20/12/2014

En Contradicciones el escritor guipuzcoano, Kepa Murua, reúne 150 excelentes prosas que lindan con el ensayo, el artículo, el diario o el dietario y que ofrece el tono intimista, sosegado y desinteresado de la divagación que no tiene ninguna pretensión. Murua da vuelta a los grandes y a los pequeños asuntos de la existencia, a las relaciones de la literatura con la realidad, la felicidad o la memoria; a las que los escritores tienen con la política o las subvenciones, a las que él tiene con sus amigos, con el cine, con la soledad o con el frigorífico, con la belleza del norte o con la palabra que da al título del libro, con esas contradicciones que nos cuestionan con la vida que se impone sobre ellas: Territorios, El Correo, 21 de junio de 2014, Iñaki Esteban

Contradicciones de Kepa Murua

20/12/2014

El que fuera editor de Bassarai, Kepa Murua, ha publicado en los últimos años títulos en los géneros más diversos, como la novela Un poco de paz, el libro de memorias Los pasos inciertos y el de poemas Contradicciones es un ensayo en el que, según explica en su blog, “hablo del oficio de escritor, de la identidad de cada uno y cuenta con alguna que otra reflexión sobre la vida y el amor. En realidad, la idea del libro es muy sencilla: nos levantamos con una idea –o con una sensación– y nos acostamos con otra bien diferente; y no por eso nos mentimos ni somos otro ni somos falsos ni somos distintos”. La idea de Europa, la soledad, las lecturas, la felicidad, las subvenciones, los amigos... Todo tiene cabida en estas reflexiones cortas sobre la vida. Pérgola, 2 de julio de 2014, por E.S.

«Escuchando a la gente consigo trasladar la vida a la literatura»

20/12/2014

El escritor Kepa Murua presenta su nuevo trabajo ‘Contradicciones’, un ensayo con pequeños relatos que reflexionan sobre la vida cotidiana “Los amigos no te leen, pero no te des por vencido. Los amigos están para eso, para leerte en los periódicos cuando sales con motivo de la presentación de un libro y decir que te conocen desde la infancia. Pero no te leen, esperan a que les regales los libros porque para eso están los amigos, ¿o no?”. El poeta Kepa Murua (Zarautz, 1962) comienza uno de los relatos de su último trabajo, Contradicciones, reflexionando sobre su vida como escritor. Una vida literaria que le avalan sus decenas de publicaciones, principalmente poéticas, pero respaldado por otros tantos proyectos narrativos así como sus libros sobre arte o ensayos. Esta vez, se ha vuelto a decantar por los libros de pensamiento, un género que ha dominado en más de una ocasión pero que él mismo reconoce “éste no se parece a ninguno de los anteriores”. Contradicciones nace así de la idea de que “todos nos levantamos con unos pensamientos y unas sensaciones por la mañana y nos acostamos con otras diferentes, y no por eso somos distintos o falsos, seguimos siendo nosotros mismos, pero asumiendo los matices de la vida y las contradicciones que nos hacen ser un tanto diferentes en el espejo de lo que podríamos pensar que somos nosotros”. De esta manera explica el autor zarauztarra el punto de partida de un libro que emerge por la necesidad de reflexionar sobre temas que “a todo el mundo le interesan”. Re- flexiones sobre la vida, sobre el amor, sobre la política o el arte. Kepa Murua no deja tema sin tratar en las 113 pequeñas piezas que conforman su último trabajo. Incluso –además de los pensamientos sobre la sociedad– el poeta se atreve con alguna que otra descripción relacionada con su vida personal como escritor, “pero también como hombre”. Un tono irónico y coloquial En este sentido, el tono coloquial que inunda las páginas de ‘Contradicciones’ revela el interés del poeta por acercar sus palabras a los lectores. “Durante un tiempo busqué una voz diferente, un tono que mis lectores no están acostumbrados a leer. Es un estilo más sencillo y cercano que en mis trabajos anteriores, porque lo que realmente busco es esa comunicación directa con el lector, que aquél que lea mi libro tenga la sensación de que está hablando conmigo en la mesa de un bar”, comenta Murua. La ironía y el humor también están presentes a lo largo de los pensamientos de Murua, incluso en temas que quizá no concuerden con esos tonos que utiliza. “Considero que lo esencial es reírse de uno mismo, por eso introduzco el humor en temas espinosos como pueden ser actualmente o la economía», confiesa. “Escribo sobre política, por ejemplo, con una mirada aparentemente ingenua pero muy comprometida, porque critico a gobernantes, critico a políticos”, continúa, “además, estamos ante reflexiones cuidadas, con un lenguaje crítico pero también muy tierno y directo. Creo que hay que tener talante para hacer una crítica constructiva y yo lo hago, porque me mojo, pero lo hago de una manera constructiva y elegante y, sobre todo, asumiendo las posibles críticas que pueden tener mis opiniones». Sus críticas se suman a las conclusiones que él mismo ha llegado simplemente escuchando a la gente, “porque escuchando a la gente uno tiene el espejo de la vida para poder trasladarlo a la literatura”. De esta manera, Murua asegura que su principal inspiración para tratar los temas cotidianos que relata en Contradicciones vienen “por las anécdotas que he visto y escuchado por la calle, desde los enfados de la gente hasta sus alegrías”. Contradicciones, según comenta Murua, es un pequeño libro que completa la figura del autor, un libro menor que completa sus trabajos anteriores porque «una pequeña semilla siempre construirá algo grande». El Diario Vasco, 8 de julio de 2014, por Ainhoa Muñoz.

TIENES QUE EMPEZAR POR REÍRTE DE TI MISMO

20/12/2014

El escritor Kepa Murua reúne numerosas piezas breves de reflexiones, políticas, humor y literatura en el ensayo Contradicciones. “Para conocer a un autor hay que ir a los libros menores” subraya Kepa Murua. El ex editor de Bassarai ya había mostrado su relación con aquella tarea en sus memorias de un poeta metido a editor, Los pasos inciertos 1996-2004, además de expresar un mundo de sentimientos y personalidad poética en sus reconocidos poemarios. Pero ahora otros aspectos han salido a la luz en Contradicciones (Arte Activo) donde una sucesión de piezas breves, a modo de artículos retratan un caleidoscopio de luces y sombras que forman parte del mismo autor. La pasión de escribir “Se ve un hombre diferente, con otros matices. Yo quería descubrir el humor, la ironía hablar de política, de sociedad”, enumera Murua, que también recurre a artificios o personajes inventados para desarrollar sus historias y reflexiones. Sus escritos –cada uno de ellos con su correspondiente título– no siguen la cronología que seguía su ensayo autobiográfico, sino el orden de “la pasión, el palpito de la escritura”. La literatura y el oficio de quien se expresa a través de ella ocupan buena parte de las reflexiones de Murua que no deja de lado aspectos más lúdicos e incluso humorísticos. “Tienes que empezar por reírte de ti mismo” razona el autor, que plantea un decálogo para los manifiestos políticos y concluye que “si somos capaces de convivir con las tonterías que decimos cuando pretendemos hablar en serio, habrá merecido la pena”. Bromea también con las “bebidas gratificantes” y hasta con la historia de una figura nazi “que cuando escuchaba la palabra cultura sacaba la pistola. Si viviera hoy diría: cuando la escucho, enciendo la tele. Fue el primero que lo vio claro”. Este afán lúdico planea sobre un trabajo donde no faltan el compromiso o la opinión política, el retrato social, la ironía o el recuerdo de vivencias y de la familia. Y no solo recorre estos tonos y contenidos, sino que llega incluso a ser premonitorio, si se quiere ver así. “Por ejemplo, este es un libro que se ha publicado ahora. Pero lo acabé hace un año y luego ha venido el proceso de edición. Cuando se supieron los resultados de las elecciones europeas, me vino a la cabeza la pieza “Lo que hemos venido a hacer a este mundo”. Podemos En esta pieza, Murua habla de “predecir los efectos del cambio” o de “comenzar a comprender lo que nos sucede” dentro de un contexto en el que el autor emplea de forma reiterada la forma verbal “podemos”. “Menos mal que se ha publicado después de las votaciones”, comenta el escritor. Y agrega que “se iba a publicar en febrero, pero Roberto Lastre, el editor, no es tan tajante como yo con los plazos. Al final ha salido bien, sentencia el antiguo editor de Bassarai. Compito solo conmigo mismo Liberado de aquel alter ego, Kepa Murua continúa no solo con su vertiente poética, sino que recorre en sus recientes libros géneros como la novela o el ensayo. Y en su camino ya hay nuevas páginas preparadas. Un horizonte en el que, eso sí, brilla una “ambición generosa”: compito solo conmigo mismo”, puntualiza el escritor. El Correo, 29 de junio de 2014, por Natxo Artuondo.

Libro osado y original

20/12/2014

En 1734, el poeta inglés Alexander Pope escribió su Ensayo sobre el hombre y de él dijo Thomas De Quincey que era un texto tan personal y sesgado que no contenía la verdad sino, “un modo de verdad, no la verdad coherente y central, sino una verdad oblicua y astillada”, cita que hizo famosa Borges para recordarnos, una vez más, que la existencia de una mirada particular, en concreto una mirada poética, abre caminos nuevos incluso para la Verdad, ese ideal humano en peligro de extinción. En su libro Contradicciones, Kepa Murua nos presenta 113 ensayos breves que, como él dice, “son ensayos a tumba abierta (…). Ensayos con una corriente filosófica que sostiene una voz lírica de fondo (…). Soy un poeta anómalo porque escribo y hablo como si lo hiciera en voz alta, del oficio de la escritura. Quiero conocer el mundo e intento explicarme por qué escribo”. Continúa por tanto su trayectoria literaria, que en los últimos años nos ha ofrecido novela, memorias y poesía. Una obra exigente caracterizada por una ineludible vocación de transparencia. Con la mente al descubierto. Permitiéndonos acceder a su interior con cada uno de sus libros. Contradicciones es, en este sentido, un nuevo desvelamiento. Capa a capa, texto a texto, vamos llegando al centro del autor, que es el dudar. Dudas y más dudas enfrentadas a deseos de certeza. Se puede escuchar el crujido del pensamiento en cada ensayo. Hay un mapa cerebral, mental, desplegándose ante nosotros. Es personal. Íntimo. Lo que dice, le atañe. Se nota la pasión por la búsqueda, la tensión gramatical, la sintaxis torturada por un deseo de verdad que en muchos casos no es otro que el simple desenvolvimiento. El disfrute de la palabra en movimiento. Decir para respirar. El pensamiento como un acto. Cada ensayo como un hecho físico de la vida del escritor. Un libro poblado por una vasta cultura, bien actualizada en música, política, arte y humanismo en general; todo expuesto con los necesarios toques autocríticos y con algunos relatos de irónico buen humor. Contiene una verdad, la de Kepa Murua, un humano, escrita en estos tiempos, y, al reflejarse él, refleja lo que somos. No es autocomplaciente, ni cínico, ni lagrimero, algo de agradecer dadas las circunstancias. Dicen que, si llegas a una cierta edad y no tienes cara de amargado, es porque eres un irresponsable, por ello es lógico que los textos de Contradicciones dejen un regusto amargo. Como si las miserias actuales contaminaran incluso los procedimientos de la mente. Como si la única imagen de la vida fuera un espejo destrozado, herido, y pegado con trozos de esparadrapo. La primera conclusión que se saca después de leerlo es de alejamiento. De imposibilidad de comunicación. De impotencia. De buena fe, obligatoria, pero improcedente. De que la cultura y la realidad se están divorciando a una velocidad tan insólita que vamos a terminar todos apaleados. De un escritor, Kepa Murua, que ve la demolición de las ideas y con ella de las palabras que las componen. (Ideas oxidadas, viejas y abandonadas, que una vez derraparon de la carretera general y han quedado en la cuneta, a la intemperie en mitad de ninguna parte, como bien refleja la foto de la portada de David f. Brandon). No es el Kepa Murua furibundo de sus memorias de editor, ni el poeta irreductible que se empeña en reflejar la luz de cada instante, sino un pensador que empieza a sentirse viejo y cansado de predicarle al desierto. Hay momentos en Contradicciones en que el pensamiento está tan desolado que renuncia al grito, luego a la voz y por fin incluso al eco. No hay nadie por ninguna parte. Sólo escucha el tiempo. Sin interlocutor, o esperando a que aparezca uno. Y mientras tanto las palabras se suceden. No cesan. Con un ritmo de lectura rápido. Sin tregua. Que el pensamiento no se detenga. Como Fassbinder cuando decía: “ya descansaré cuando esté muerto”. Una búsqueda, en fin, con la palabra como único testigo. Pura poesía. El eje, precisamente, de la contradicción. Porque para girar sobre uno mismo hay que aceptar un punto de pérdida, de desconcierto, en blanco, donde sólo importa no perder el equilibrio. La palabra te sostiene. Por lo tanto, es inevitable que el método utilizado por Kepa Murua para este libro sea la contradicción. De no serlo caería en la trampa del escritor concluyente, tan necesitado de solidez, que convierte su literatura en una mentira muy bien organizada. El autor lo sabe, y al hablarnos de la idea de la que surge Contradicciones, declara sus intenciones, y dice lo siguiente: “En realidad, la idea del libro es muy sencilla: nos levantamos con una idea –o con una sensación– y nos acostamos con otra bien diferente; y no por eso nos mentimos ni somos otro ni somos falsos ni somos distintos”. Y al decir esto, al manifestar su temor y hacerlo nuestro, engarza con el pensamiento más contemporáneo en su búsqueda de nuevos métodos para los nuevos tiempos, con un sujeto implicado racional, emocional y éticamente con sus conocimientos, dispuesto a modificarse a sí mismo durante su tarea investigativa, renunciando a las certidumbres, y logrando al hacerlo una modificación en la percepción. Modificación que permite ver en cada realidad todas sus realidades, toda su potencialidad, algo que amplía el abanico de posibilidades del significado, único modo de atrapar aunque sea por aproximación una realidad múltiple y compleja como la presente. A este nivel, la contradicción deja de ser un mal a evitar para convertirse en una simple herramienta. Simple en el sentido de elemental. Basarab Nicolescu, físico cuántico, defensor a ultranza de la transdisciplinaridad, en un encuentro de impacto con el poeta Roberto Juarroz ideó lo que luego serían sus Teoremas poéticos, donde expone la necesidad de coexistencia de los opuestos: El loco acepta las contradicciones sin comprenderlas, mientras que el sabio acepta a los contradictorios teniendo a la vez la visión encarnada de su unidad. Se comprende así por qué la visión contradictoria es percibida con frecuencia como un pensamiento desestabilizador. Sin embargo: ¿hay barbarie peor que la no-contradicción? Llegados a este punto, es pertinente preguntarse si este indeterminismo del pensamiento no conduce a una cómoda pérdida de substancia, si rebaja su valor por acumulación de imprecisiones y deseo de no concluir. Kepa Murua nos demuestra en Contradicciones que ese escollo se salva con rigor analítico, no bajando el listón sino subiéndolo, no haciendo al lector ninguna concesión que no se haría a sí mismo, con dolor si no hay otro remedio, en defensa de una Verdad no monolítica, de museo del pensamiento, sino una Verdad activa, una Verdad con la consistencia del horizonte, que se aleja cuando avanzamos hacia él. Esta actitud le acerca más a un renacimiento de las ideas que a un declive de éstas. Un conjunto de reflexiones que demuestran de un modo práctico y directo, ya que tenemos la sensación de estar escuchando al autor en nuestra cabeza, que el lenguaje bien utilizado es todavía una garantía que permite una relación fiable con la realidad. Que las únicas batallas que merecen ser libradas se dan en el campo del pensamiento. Que nuestros deseos de certezas son mayores que las posibilidades de vivir en ellas y, en consecuencia, toda palabra que no fluya en libertad se estanca y se corrompe, y lo que es peor: no dice nada. Lógica difusa y amor a la palabra, lo propio de un poeta, de un pensador contemporáneo. Y termino este breve comentario regresando al principio, a Alexander Pope, su Ensayo sobre el hombre, y a unos versos escogidos de su Epístola Segunda, que a mi entender resumen el espíritu de Contradicciones: El hombre, eso es lo que debe estudiar la humanidad. Situado en ese istmo de un estado medio, Un ser oscuramente sabio y rudamente grande: Demasiado sabio para el juicio del escéptico, Excesivamente débil para el orgullo del estoico, Se halla en medio, duda entre la acción y el reposo; Duda si tomarse a sí mismo por un dios o por un animal; Duda si dar preferencia a su mente o a su cuerpo; Nacido nada más que para morir, razona nada más que para errar; Tanto si piensa por exceso como por defecto; Caos de pensamiento y pasión, todo es confuso; Engañado por él mismo, o desengañado, Creado mitad para ascender, mitad para caer; Gran señor de todas las cosas, pero víctima de todas; Juez único de la verdad, perdido en el error interminable; Gloria, hazmerreir, y enigma de este mundo © Francisco Taboada, junio 2014

Búsqueda y pasión

20/12/2014

Contradicciones (Arte Activo) de Kepa Murua (Zarautz, 1962) es un ejemplo de ensayo lírico, poema en prosa, columna periodística con ecos poéticos, del autor del polémico 1996-2004. Los pasos inciertos. Memorias de un poeta metido a editor (Milazones). En estos textos el autor da un repaso a los momentos que más le preocupan, desde la búsqueda constante de ese no sé qué que te deja balbuciendo a la pasión por la escritura como compromiso vital. Son 113 miradas con memoria y lenguajes donde la ironía y los pensamientos juegan”. Qué leer, Revista nº 202, por Enrique Villagrasa. Octubre 2014.

contradicciones en la televisión

20/12/2014

VTV, entrevista con Joseba Cabezas, en 2.5 Gasteiz, 9 de diciembre de 2014

Autor: Murua, Kepa

Autor de poesía, novela y ensayo


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