Buscador de libros
Busqueda avanzada- N° páginas : 160
- Medidas: 143 x 200 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Carton‚
NIñOS DE DOMINGO BERGMAN,INGMAR
«Niños de domingo» es la segunda entrega de la «trilogia familiar» de Ingmar Bergman y, probablemente, su novela más personal.
¿Quieres comprar este libro? Busca tu librería más cercana
Sinopsis
Obra central de su trilogía familiar y cumbre de la trayectoria de su autor, Niños de domingo es también la «novela del padre» de Bergman, tanto como Conversaciones íntimas será «la de la madre». Un fin de semana de verano y un entorno campesino, propicios a la fantasía y al nacimiento del deseo, son el marco elegido para el reencuentro con el pastor Bergman y la carismática Karin. Su hijo menor tiene ocho años y nació en el último día de la semana; es por eso que este «niño de domingo» puede ver espíritus, fantasmas y trasgos, aunque los adultos se empeñan en dictar los límites de la realidad: «No hay fantasmas, no seas bobo, ni demonios ni muertos que abran sus bocas ensangrentadas al sol». El miedo a la vejez (que siempre es escatológica) y a la muerte, el primer despertar sexual y una temprana crisis de fe asaltan al pequeño Pu, que no es otro que un jovencísimo Ingmar, aunque «cada niño en la obra de Bergman —nos dice Margarethe von Trotta— es él mismo». El estilo de este Bergman ya anciano es paradójicamente juvenil, se diría desaliñado, poco dado a perfilar lo ya escrito, y por eso mismo es ágil, es incisivo, y vibra, cuando no aletea. Una engañosa sencillez y la sensualidad propia de la mirada infantil gobiernan el planteamiento, y un puente invisible acaba uniendo esta obra maestra con aquella otra sembrada de Fresas salvajes.
Autor: Bergman, Ingmar
Resulta casi imposible resumir en pocas líneas la relevancia artística de Ingmar Bergman (Upsala, 1918-Fårö, 2007). Fue uno de los más importantes directores de cine de la segunda mitad del siglo XX, extraordinariamente personal y profundo, características que se trasladan intactas a su literatura (no en vano fue el guionista de la mayor parte de sus películas). Toda su obra pretende penetrar el alma y la conciencia humanas, como demuestra su trilogía familiar literaria compuesta por «La buena voluntad», «Niños del domingo» y «Conversaciones íntimas», recuperadas ahora por Fulgencio Pimentel.