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- N° páginas : 292
- Medidas: 210 x 150 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Bolsillo
La primera que lo llamó Alain Delon SALVAGO, JAVIER
Una novela policiaca, erótica, de humor negro. Un catálogo de perversiones y rarezas. Un espejo en el callejón de los deseos ocultos. Una inmensa parodia.
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Sinopsis
Una morena, una rubia, un espíritu reencarnado, un fugitivo y un poli se entremezclan y confunden en una morbosa historia en la que ni todo ni todos son lo que parece. El lector tiene en sus manos el relato negro, no exento de ironía y humor, cercano a la parodia en ocasiones, de unos turbios y un tanto amorales personajes –la morena Sara Sarmiento, la rubia Rosa Galindo, el fugitivo Gabriel Vergara, alias el Alain Delon, el inspector Bermúdez y otros no menos inquietantes– observados desde su lado oscuro, para comprobar que, como afirmaba Sigmund Freud, en todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros ni tampoco confesarse a sí mismo. Son esos deseos ocultos, esos secretos inconfesables, esas ciénagas interiores, que cada cual esconde como puede, los que marcan a unos tipos atrapados en una trama de enredos, mentiras, crimen y perversión.
«Cultivador en poesía del verso claro, limpio y exento de alardes retóricos y enfáticos, diríase que esas mismas cualidades Salvago las ha sabido trasplantar paralelamente a sus composiciones prosísticas, en las que suelen rezumar para bien del lector un estilo, una modulación narrativa y un ritmo despejados, directos y sin ambages, refractarios, por tanto, a la digresión morosa y al descriptivismo lírico. Un arte que, como en su poesía, va directo al grano, no se recrea con alharacas y cuenta lo que hay que contar: un suceso, una historia, una vida». Ricardo Álamo
Autor: Salvago, Javier
Javier Salvago (Paradas, Sevilla, 1950), guionista de radio y televisión, columnista, escritor y, sobre todo, poeta. Ha publicado ocho libros de poemas que han merecido premios como el Luis Cernuda, el Rey Juan Carlos I y el Premio Nacional de la Crítica. Su poesía casi completa fue recogida en Variaciones y reincidencias (Renacimiento, 1997) y existen también varias antologías de su obra, entre las que podemos destacar La vida nos conoce (Renacimiento, 2011), seleccionada y prologada por Juan Bonilla. El coloquialismo, la ironía, el tono menor y la aparente sencillez, la máxima intensidad poética con una gran economía de recursos -poesía -austera, directa, libre de babosa emoción-, como quería Ezra Pound-, el dominio técnico, la musicalidad, una cierta desolación y un pesimismo realista que no le impide saborear lo bueno de la vida, aunque consciente de que nada importa nada y nada dura, son algunos de los rasgos que se han destacado en una poesía que busca, a la manera de Juan Ramón, -la depuración constante de lo mismo-. Como memorialista, se estrenó con Memorias de un antihéroe (Renacimiento, 2007), libro al que ha seguido, El purgatorio (Renacimiento, 2014).