Paulino Masip nació en el pueblo leridano de La Granadella en 1899, pero a los seis años su familia se trasladó a Logroño. Allí publicó su poemario Líricos remansos (1919) y dirigió El Heraldo de La Rioja. Posteriormente, ya en Madrid, inicia una exitosa carrera teatral con obras como La frontera (1932) y El báculo y el paraguas (1936), y continúa su actividad periodística al frente de El Sol y La Voz. Pero la mayor parte de su obra será escrita en México, o por el camino, como las sobrecogedoras Cartas a un español emigrado (1939), redactadas en el barco que le alejará para siempre, y a su pesar, de España. En 1943 publica El diario de Hamlet García, una de las grandes novelas sobre la guerra civil española, que tardará más de cuarenta años en editarse en su país de origen. Además de colaborar con revistas del exilio, avanza en su carrera literaria con la novela La aventura de Marta Abril (1953), o con las cuatro narraciones recogidas en La trampa (1954), además de escribir dos obras de teatro que no llegaron a escena. Durante todos estos años, compaginó su creación literaria con su trabajo como guionista y adaptador para el cine, firmando más de cincuenta guiones. Los últimos años son de aparente sequía creadora. Murió en Cholula, México, en 1963. Gran parte de la obra de un escritor excelso permanece inédita en España. Es probable que otra parte (poemas, obras de teatro, cuentos truncados...) se haya perdido para siempre.
Sinopsis:
¿Qué hay de malo en que mi mujer me sea infiel solo uno de cada quince días? Catorce días de sol y uno de sombra, no es mal porcentaje. De quince llevo una?
Éste y otros nueve relatos componen un entrañable viaje de la mano de Masip por la arquitectura del ser humano.
Es difícil no reírse con Prudencio, hombre ordenado y temeroso de dios, que sube al cielo en un avión para descubrir eso, que hay cielo más allá del Cielo y que la mano de dios no toca todos los resortes de la vida. Dos hombres ...